por paloma sánchez-ocaña cañedo

Migas

Se parte el pan en cuadritos, se humedece con la mano. Se le echa por encima sal y pimentón después de haberlas revuelto varias veces. Se remueve otra vez y se deja reposar el tiempo necesario para que estén tiernas. Se pone el aceite en la sartén y, cuando esté caliente, se fríen dos o tres dientes de ajos en lonchas. Cuando estén dorados (no quemados) se echan las migas y se les da vueltas con cuidado de que no se quemen, hasta que estén bien sueltas.